lunes, 9 de junio de 2008

DESMONTAR EL CHASIS

Una vez el motor fuera, se puede ir trabajando en paralelo en el motor y la chapa. Me quedaba por las noches en el "taller" para ir desarmando y limpiando cosas en el motor y los viernes por la tarde y fines de semana iba haciendo cosas de chapa en la calle, para no ensuciar demasiado. Logicamente, aún quedaba bastante que desarmar para poder empezar con la chapa.

Una vez quitadas las ruedas empecé desarmando la parte trasera de la moto. Desmonté la aleta y la caja de la batería y empecé a quitarle reposapies, pedales de freno y amortiguadores, con la intención de desmontar el basculante.


En menudo lío me metí. El basculante giraba con la mano y no parecía que tuviese holgura, pero viendo como estaba el resto de la moto, mi idea era quitarlo para limpiar bien por dentro y volver a montarlo después de cromar y engrasar a conciencia. Para desmontarlo le quito la tuerca y empiezo a desenroscar el eje. me cuesta bastante trabajo pero parece que va saliendo. No es cierto, llega un momento en que sigue girando pero no sale más.


Además me doy cuenta de que se está abriendo el chasis y el basculante ya no está pegado al bastidor. Le coloco uno de los tirantes del motor para intentar que no se siga abriendo pero veo que está todo muy forzado. El siguiente paso es el uso de la maza. Al principio con la maza de goma y mucho cuidado, ligeros toques a ver si soltaba algo, después con la maza de fibra y calor, finalmente con la de acero a romper. Y romper, rompió. El eje quedó inservible con los golpes pero conseguí moverlo lo suficiente para poder cortarlo y que saliese metido dentro del basculante, pero salió.


Los casquillos de bronce del basculante estaban soldados al eje y era este el que giraba sobre el basculante. Era un problema claro de falta de engrase, seguramente el engrasador que lleva el basculante no se utilizó nunca porque no tenía ni una gota. Como la moto la restauro por afición y para mí, me apetecía dejarla bien y no podía quedar el basculante de aquella manera.


Por último desmonté la horquilla y los cojinetes de la dirección. La horquilla fue relativamente fácil, sobre todo porque me esperaba mucha más complicación. Las barras salieron sin demasiados esfuerzos y la tija no me dio ninguna complicación. El único problema que tuve fue para sacar los cojinetes de la dirección, no sabía como hacerlo, así que fui a ver a mi amigo Octavio y con un cortafrios y una maza tardó menos de 10 segundos en sacarlos. Es lo que tiene la experiencia. Finalmente esta es la pinta que tenía el chasis antes de empezar a encasquillar.



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